Juan Solís
Formación académica
- Licenciado en Ciencias Químicas (IQS)
- Máster en Gestión Industrial
- Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas
Experiencia clave
- I+D y escalado en Akzo Nobel y spin-off Solvay/UPC
- Emprendimiento en EE. UU. (“todo es posible”)
- Cofundador de Arvor (20+ años)
- 150+ clientes, 400+ investigadores, 800+ tecnologías
- Enfoque humano y puente ciencia–mercado
Juan se formó como químico en el Institut Químic de Sarrià (IQS), su interés por la ciencia siempre fue práctico y enfocado en entender las aplicaciones prácticas del conocimiento. Complementó sus estudios con un máster en Gestión de la Empresa Industrial y una Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas, para complementar como interpretar y trasladar el conocimiento al mercado.
Desde sus primeros pasos en el laboratorio en R+D y escalado industrial de Akzo Nobel o en una spin off de Solvay con la UPC, Juan estuvo implicado en desarrollos con aplicación industrial. Su primer contacto con el emprendimiento fue en Estados Unidos, donde descubrió una cultura en la que «todo es posible» si se tiene una idea y el equipo para llevarla hacia adelante. Estas experiencias, marcaron el inicio de un recorrido que lo llevaría a fundar Arvor e implicarse en la transferencia de conocimiento y el emprendimiento.
Como socio fundador de Arvor hace más de 20 años, cuando el sistema de transferencia de conocimiento en España se encontraba en fases incipientes, Juan ha recorrido un camino con diferentes fases y aprendizajes alineado con los clientes, permitiéndole adaptarse a la evolución y consolidación de las estrategias de innovación y transferencia de conocimiento tanto del sector público como privado, colaborando con más de 150 clientes, más de 400 investigadores y más de 800 tecnologías.
A diferencia de muchas consultoras centradas únicamente en la tecnología, Juan ha defendido siempre un enfoque centrado en las personas. Acompañar a investigadores y organizaciones, ayudarles a reflexionar sobre sus necesidades y las de sus tecnologías, así como ayudarles a encontrar su camino forma parte de su día a día tejiendo con ellos el lienzo de la transferencia.
Considera que el mayor valor del trabajo que realiza es la confianza continuada de los clientes, ver como las ideas y los equipos crecen y se desarrollan desde su concepción hasta llegar a mercado. Cree en un sistema de transferencia más profesional, donde las OTRIs e investigadores estén dotados, reconocidos y orientados estratégicamente. Mientras tanto, su papel es claro: actuar como un conector entre la ciencia, el mercado y las personas que están detrás de cada idea.
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